DERECHO

7 de septiembre de 2015

Competitividad: el reto tributario

Recientemente diferentes organismos del sector económico, como la Ocde, Fedesarrollo, Cepal y  Proexport, han adelantado estudios serios y objetivos en torno a la realidad económica del país. Dentro de tales estudios, se han abordado temas como la distribución del ingreso, la competitividad e inversión extranjera en Colombia, cada uno de éstos, enfocados a determinar el papel protagónico o antagónico que juega el actual sistema tributario colombiano.

En efecto, los estudios mencionados arrojan un diagnóstico imparcial, que indica que, el sistema tributario colombiano es inequitativo, ineficaz y complejo, donde la carga impositiva corporativa es mayor que la del inversionista y la presión fiscal la sufre en mayor medida el empresario medio. Adicionalmente se muestra, cómo la inversión extranjera en Colombia, ha disminuido en forma proporcional al aumento de las tasas impositivas de las empresas, y como, el grueso de la inversión se encuentra focalizada en el sector de los hidrocarburos, sin que existan incentivos efectivos que llamen al inversor extranjero a diversificar su inversión en otros sectores de la economía colombiana.

Por su parte, en términos de competitividad regional, el diagnóstico es positivo ya que se muestra un mejor posicionamiento del país en los últimos años. Sin embargo, dentro de los diferentes criterios de evaluación en el marco de competitividad, el criterio tributario le resta puntos al país, pues es el único aspecto en el que, el país en vez de avanzar, retrocede significativamente.

Así mismo, en cuanto a la distribución del ingreso, las cifras catalogan a Colombia como uno de los países más desiguales, comparado con otros países en desarrollo e incluso con países de menor nivel, lo que hace evidente que el sistema tributario no ha sido capaz de redistribuir la riqueza apropiadamente y tampoco gestionar el gasto público de manera que las personas con menos capacidad económica se beneficien de la inversión pública y social.

Resumiendo, el panorama es este: tenemos un sistema tributario con muchas falencias, somos un país competitivo, sí, pero no gracias a los impuestos y la inversión extranjera va para atrás. ¿Qué hacer? La respuesta debe venir del consenso de opiniones del sector empresarial, el Gobierno, y la academia. No obstante hay cuestiones evidentes y pasos necesarios.

Es impostergable la reestructuración de la administración de impuestos, hay que modernizarla de tal forma que se cuenten con los medios tecnológicos y con el capital humano capacitado, que puedan poner en marcha procesos de fiscalización masivos y sustanciales, que reduzcan la evasión y elusión en Colombia. Nuestra Autoridad Tributaria según cifras de la OCDE solo fiscaliza al 0,1% de los contribuyentes, y pierde en evasión alrededor de 5% del PIB.

Hay que lograr un sistema simple y eficaz; desde el 2012  tenemos dos impuestos de renta, esto es muy difícil explicárselo a los inversionistas extranjeros. Hoy tenemos una tasa del 39% -muy alta comparativamente en la región- con la cual contribuyen muy pocas personas, se debe bajar la tarifa y ampliar la base, de esta manera más personas contribuyen pagando menos, o al menos contribuyendo según su verdadera capacidad de pago.

Hacer del sistema tributario un factor de competitividad, es el reto que hoy toca las puertas del país, no es fácil el consenso pero es indudable que se debe actual más pronto que tarde.

Extractado de Diario La República, Agosto 3 de 2015.

Disponible en línea: http://www.larepublica.co/competitividad-el-reto-tributario_284876

Autor: Diego Franco