10 de junio de 2015
Comisión de Estudio del Sistema Tributario (CEST): por buen camino
En Colombia, tan sólo durante las últimas dos décadas se han realizado diez reformas tributarias, de las cuales tres se han aprobado en el último lustro. Este volumen tan excesivo y frecuente aviva el debate público sobre la verdadera capacidad del sistema tributario colombiano para generar ingresos fiscales de manera eficiente, progresiva y sostenible en el largo plazo. Si bien es imperativo que el gobierno garantice la adecuada obtención y asignación de los recursos para su funcionamiento, este principio no puede ir en detrimento de la eficiencia de los mercados y de las iniciativas privadas que favorecen el desarrollo económico.
La Comisión de Estudio del Sistema Tributario (CEST), creada mediante la Ley 1739 de 2014 para analizar el sistema actual de impuestos en Colombia y avanzar en reformas para promover su equidad y eficiencia, presentó la semana pasada, después de tres meses de trabajo, su primer informe sobre el estado actual del sistema tributario colombiano. El reporte está compuesto por dos bloques de estudio: el diagnóstico del sistema tributario colombiano y el análisis sobre el tratamiento fiscal de las Entidades Sin Ánimo de Lucro (ESAL) y los impuestos territoriales. Las principales problemáticas consisten en la poca capacidad para generar los ingresos tributarios que requiere el país, la precaria progresividad de la estructura impositiva y la ineficiencia tributaria que recarga los impuestos sobre las empresas. El diagnóstico realizado por la CEST es explícito en mencionar que los recursos adicionales que necesita el Gobierno en 2018 son del orden de 1,5% del PIB, los cuales se espera que aumenten progresivamente hasta llegar a 3,3% del PIB en 2020.
En el informe de la Comisión se confirma, una vez más, la inconveniencia del GMF a través de varios argumentos que son ampliamente compartidos y ratificados por la Asociación. Pero también hay que precisar, y en esto la Asociación toma distancia del diagnóstico de la comisión, que el problema del GMF no resulta de su actual tarifa, ya que, como parece sugerir el diagnóstico de las CEST, es su elevada tasa la que va en detrimento de la intermediación financiera. La Asociación es enfática en señalar que es la naturaleza per se del gravamen, independientemente de tu tasa, lo que resulta altamente anti-técnico y proclive a la desintermediación. Los costos de este impuesto no solo se circunscriben a la esfera del sector privado, sino también transcienden en costos sociales que el país debe pensar en dejar de asumir si quiere avanzar en conquistar mayores niveles de desarrollo. En la lucha contra la informalidad, la ilegalidad y la delincuencia, el diseño de una arquitectura tributaria eficiente debe concebir un sistema sin impuestos anti-técnicos de esta estirpe.
Desde Asobancaria aplaudimos no sólo los lineamientos generales sobre el diagnóstico del sistema tributario colombiano realizado por la CEST, sino también la contundencia con la cual la Comisión exhorta la necesidad de materializar una reforma que sea progresiva y eficiente. La Reforma Tributaria Estructural es una oportunidad valiosa para que se conciban fuentes de financiamiento alternativas que promuevan la eficiencia tributaria de manera armónica con la competitividad y la inversión que el país tanto necesita.
Fuente: Asobancaria – Estudios Economicos y Financieros
Autor: Santiago Castro Gómez – Presidente
Fecha: 09 de junio de 2015
Edición: No. 998